Vivir con afecciones crónicas como el asma o la diabetes puede ser difícil, especialmente cuando su salud física comienza a afectar su bienestar mental.
Es posible que deba lidiar con complicaciones y cambios en su estilo de vida, y, algunas veces, el estigma asociado con su afección puede hacer que sea más difícil de controlarla. No saber cómo puede cambiar su salud en el futuro también puede ser estresante. Todos estos factores pueden causar problemas de salud mental como ansiedad y depresión.
Reconocer los síntomas de la salud mental
Cuando se trata del bienestar general, es importante comprender las inquietudes de la salud mental y física. Los problemas de salud mental pueden presentarse manera distinta en niños, adolescentes y adultos, pero pueden incluir los siguientes:
- Cambios en el estado de ánimo.
- Problemas para dormir.
- Necesidad de alejarse de la familia y los amigos.
- Pérdida de interés en las actividades.
- Sensación de irritabilidad.
- Dificultad para concentrarse.
- Sensación de incompetencia o inutilidad.
Estar consciente de estas señales y notar cuándo aparecen hará que sea más fácil obtener ayuda de inmediato.
Cuando los niños y adolescentes tienen que controlar sus síntomas de asma o diabetes y a la vez asistir a la escuela, participar en actividades sociales y pasar tiempo con amigos, puede ser abrumador. Pueden sentirse solos, frustrados o avergonzados de su enfermedad, y eso puede provocar niveles más elevados de estrés.
Es importante que los padres y cuidadores creen un sistema de apoyo que incluya lo siguiente:
- Proveedores de atención médica.
- Grupos de apoyo.
Fomentar una comunicación abierta puede ayudar a que su hijo se sienta apoyado y comprendido. Conectarse con otras personas que comparten experiencias similares puede también ayudarlo a sentirse menos aislado.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo o adolescente a equilibrar su salud física y mental?
- Incentive una comunicación clara y abierta. Tenga conversaciones sinceras sobre sus sentimientos e inquietudes. Escuche y ofrezca apoyo sin críticas. Cree un espacio seguro donde se sienta cómodo expresándose y pidiendo ayuda.
Es posible que deba buscar ayuda profesional para controlar la salud conductual y las enfermedades crónicas. Los terapeutas, asesores, psicólogos o psiquiatras pueden ofrecer planes de tratamiento que funcionen mejor para las necesidades de su hijo. Además, los proveedores que tratan el asma o la diabetes pueden ayudarle a aprender cómo controlar todos los aspectos de la afección de su hijo.
- Asegúrese de que su hijo se tome tiempo para el cuidado personal. Incentive prácticas que promuevan la relajación, la reducción del estrés y el bienestar emocional. Estas podrían incluir las siguientes:
- Hacer ejercicio y dormir de manera regular.
- Tener pasatiempos o realizar actividades que disfrutan.
- Practicar ejercicios de meditación consciente o respiración profunda.
Las estrategias de cuidado personal pueden ayudar a los niños y adolescentes a tomar un papel activo en el control de su salud mental. Ayude a su hijo a obtener información sobre su afección crónica, incluidos los síntomas, causas, desencadenantes, opciones de tratamiento y técnicas de autocontrol. Esto le dará una sensación de poder y le ayudará a sentirse más seguro a la hora de controlar su afección.
- Ayúdelo a establecer objetivos realistas. Divida objetivos grandes en pasos más pequeños y posibles de lograr. Asegúrese de festejar el progreso en el camino. Se encontrarán con obstáculos. Incentive a su hijo para que se concentre en lo que puede controlar y en ser paciente consigo mismo. Esto le ayudará a adaptarse a su afección.
Controlar la salud conductual junto con el asma o la diabetes es un proceso complejo que requiere un enfoque coordinado. Pero recuerde, ¡no está solo! Hay recursos disponibles para ayudarlo en cada paso del camino.
¿Cree que su hijo puede tener un problema con su salud conductual?
Es importante buscar ayuda profesional de inmediato. ¿Necesita una remisión o desea programar una cita? Llame a Carelon al 1-855-371-8095.
