adolescente durmiendo en el escritorio

Una pediatra explica: la importancia del sueño entre niños y adolescentes

Un buen día comienza con un sueño reparador a la noche. Es así para los adultos, y especialmente para los miembros más jóvenes de la familia.

¿Necesita ayuda para que su bebé, niño pequeño, hijo o adolescente tenga un mejor horario para dormir?

Siga leyendo para encontrar buenos consejos de la Dra. Mary Strength, pediatra del norte de Texas.

Los cerebros en crecimiento trabajan duro en la escuela, el hogar e incluso durante el juego. Cuando su hijo duerme, recupera la energía que usó durante el día.

  • Recargar el cerebro y el cuerpo
  • Mejorar la concentración y enfocarse
  • Fortalecer la memoria
  • Ser más creativos

A lo largo del día y la noche, los humanos transitan por ciclos de estar despiertos, cansarse y dormirse. Esto se suele denominar el “reloj biológico” de una persona.

El reloj biológico cambia según la edad de su hijo. Si bien cada persona es diferente, puede usar las siguientes pautas para ayudarle a planificar sobre las necesidades de sueño de su hijo.

Edad

Horas de sueño necesarias por día

Recién nacidos (0 a 2 meses)​

16 a 18 horas (3 a 4 horas por vez)

Bebés (3 meses a 1 año)

​12 a 16 horas (incluidas las siestas)

Niños pequeños (1 a 2 años)

​11 a 14 horas (incluidas las siestas)

Niños jóvenes (3-5 años)

10 a 13 horas (incluidas las siestas)

Niños en edad escolar (6 a 12 años)

9 a 12 horas

Adolescentes (13-18 años)

8 a 10 horas

La Dra. Strength analiza las necesidades del sueño durante las diferentes etapas de la infancia.

Puede haber momentos en los que su hijo no duerme lo suficiente durante varios días seguidos. El efecto en su cerebro y cuerpo se denomina “déficit del sueño”.

El déficit del sueño puede ocasionar problemas físicos, mentales y conductuales.

  • Tiene dificultades para despertarse en la mañana
  • Se duerme en la escuela
  • Tiene ansias de cafeína
  • Tiene falta de interés, motivación o atención
  • Es olvidadizo
  • Está malhumorado o irritable

Una vez que su hijo haya tenido unos días de sueño de calidad, estos síntomas deberían desaparecer. De no ser así, o si usted nota nuevos problemas con el sueño, deberá llamar al médico.

  • Dificultades para respirar durante el sueño
  • Ronquidos crónicos
  • Estado irritable, hiperactivo, distraído o soñoliento
  • Problemas para cambiar de muchas siestas a solo una por día
  • Sonambulismo o pesadillas
  • Cansancio excesivo en la escuela
  • Necesidad de siestas regulares
  • Respiración o ronquidos fuertes
  • Inquietud en las noches
  • Cualquier caso nuevo de temor nocturno o sonambulismo

La Dra. Strength explica cómo el déficit de sueño puede tener un impacto en su hijo, y qué hacer al respecto.

¿Su hijo tiene dificultades para tranquilizarse al final del día? Es una lucha común.

Incluso cuando los niños tienen mucho sueño, pueden intentar permanecer despiertos.

  • Mantenga un horario regular para dormir.
  • Para los niños de seis años o más, limite o elimine las siestas diurnas.
  • Aliente a su hijo a realizar ejercicios todos los días.
  • No sirva bebidas azucaradas o con cafeína en las noches.
  • Cree rutinas nocturnas relajantes.
  • Cree un ambiente cómodo y silencioso para el sueño.

Cada semana, agregue un nuevo hábito. Paso a paso, le ayudará a su hijo a establecer rutinas que conduzcan a un mejor sueño reparador, y un mejor día en la escuela y en el hogar.

La Dra. Strength comparte métodos adicionales para ayudarle a su hijo a tener el sueño que necesita.

Texas STAR (Medicaid) y Texas CHIP brindan atención médica para familias de bajos ingresos, niños y embarazadas a un bajo costo o sin costo.

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Autor

Parkland Community Health Plan